El cuarto trimestre es el periodo que comienza en el momento en el que se produce la llegada del recién nacido y que se extiende durante sus tres primeros meses de vida. Y es totalmente desconocido. Todos los padres del mundo contamos tres trimestres cuando conocemos la noticia de que hay un bebé en camino (en realidad, contamos unas 40 semanas), pero todo lo que nos dicen o nos llega a la cabeza después del parto es un concepto abstracto. Así lo ha confirmado el último estudio realizado por WaterWipes, una de las empresas líderes en el sector de los recién nacidos, quienes nos dicen que “un 65% de los españoles reconoce desconocer esta terminología y lo que ocurre en ella”. Sin duda, para todos ellos será un periodo de adaptación, pero ¿por qué no pensamos demasiado en ella? ¿En realidad es una época tan difícil?
Ante esta falta de desconocimiento, hemos querido hablar con Carla Quintana (@matronaparami), con muchos años de experiencia en Reino Unido, donde la figura de la matrona es la principal durante toda la gestación, para saber un poco más sobre qué es lo que ocurre, qué es lo más difícil y cómo sobrevivir a esta etapa que la gran mayoría de padres asocian a la falta de sueño, la lactancia y los cambios de pañal. Es más, reivindica la importancia del cuarto trimestre, pues “mientras trabajaba allí, me di cuenta de que se le daba más importancia al postparto que al propio embarazo, tanto que no te hacían ir con el recién nacido a tu centro de salud en los primeros días, sino que somos las matronas y los expertos sanitarios los que acudimos a tu casa para ver que todo va bien, porque es una etapa difícil que necesita de mucho apoyo”.
Una de las primeras preguntas que nos surgen a la hora de hablar del desconocimiento de este cuarto trimestre es el motivo de ello. En este sentido, Carla Quintana es clara: “porque las propias madres, cuando acuden a consulta o preguntan se centran mucho en el propio parto o en el embarazo, pero se olvidan de todo lo demás”. Si acudes a una clase de preparación al parto, por ejemplo, verás que la gran mayoría de ellas llegan con dudas referidas a eso, pero no a lo que ocurre después. Al final, la clase entera se dirige hacia esas preguntas.
Así, cuando la matrona realiza sus clases de preparación al parto, lo primero que observa, nos dice, “es la preocupación sobre el día del parto, nada más, esa es la máxima preocupación con la que llegan la mayoría de las madres”. Sin embargo, yo les contesto rápidamente: “el día del parto es un día y el bebé va a nacer sí o sí, ya sea por parto vaginal o por cesárea”. Es un día en el que, en realidad, vas a estar rodeada de profesionales médicos, pero el primer día en tu casa, ¿a quién vas a llamar, quién va a estar contigo? Este es, para ella, el punto de partida de todos los problemas que pueden surgir durante el postparto, “te has informado mucho del día del parto, pero no de lo que ocurrirá después”. Y esto es imprescindible.
1.- Falta de opciones y apoyo
El primer problema, nos recalca, es que “tú pones en Google preparación al parto y te salen mil opciones para poder acudir a una clase o consulta; sin embargo, pones me duelen los pezones por la lactancia materna y puedes encontrar información, pero las posibilidades de una consulta se reducen, es muy difícil encontrar a alguien”. Por ello, el primer problema es ese: la falta de opciones, de apoyo.
2.- Una maternidad idealizada
El segundo es, sin duda, “que tenemos en la cabeza la idea de que la maternidad es maravillosa en todos los sentidos”, por lo que no te atreves a pedir apoyo o respuestas de las dudas que te surgen cuando, en realidad, lo que piensas es “¿qué hago yo con este ser humano nuevo que ha llegado a casa y que está conmigo 24 horas? ¡no sé por dónde empezar!”.
3.- La lactancia materna
Con la lactancia, nos explica la matrona, existe también mucha idealización, pero también una gran presión social. “Hay mucha gente que da lactancia materna porque, si no lo hace, la gente le va a criticar y mirar mal o porque su familia se llevaría las manos a la cabeza”. Es más, muchas veces es la propia sociedad o los sanitarios, matronas incluidas, que te miran mal cuando dices que tú vas a darle un biberón.
“Yo, como matrona, puedo ser pro-lactancia, pero debo ser pro-felicidad de los padres”. Es decir, si la madre está a gusto y contenta, el bebé lo estará también, por lo que ni se puede obligar ni se puede juzgar. Ahora, es importante también tomar una decisión informada, “no vale con un a mi hermana la lactancia le fue fatal para abandonarla, porque, al final, estás tomando una decisión en base a un argumento que no es correcto”. Tienes que informarte primero, con profesionales adecuados y después “tomar tu propia decisión”.
4.- Un exceso de información
Aunque parece una tontería, la matrona no deja de hacernos referencia a la sobreinformación también en el caso del postparto, porque al final todo lo que recibes son consejos de expertos y no-expertos, clases de preparación al parto generalizadas y no se tiene en cuenta la situación particular de la madre o sus dudas. Nos llenamos de información y luego no sabemos qué hacer con ella.
5.- No sabemos cómo cuidarnos a nosotras mismas
Según nos explica la matrona, este es otro de los grandes problemas que más se encuentra cuando atiende un caso concreto. “Nos hemos centrado tanto en los últimos 9 meses en que el embarazo y el bebé fuesen bien, en cómo curarle el cordón umbilical cuando nazca o cómo darle de comer que no reparamos en algo tan sencillo como el cuidarse los propios puntos o estar pendientes de nuestras emociones”. Un aspecto, el psicológico, al que la matrona da mucha importancia: “porque la llamada Maternity Blues es real, es algo que me encuentro mucho y que sufren, según las estadísticas, hasta un 85% de las madres, en mayor o menor medida”.
En este momento, nos explica, “somos una montaña rusa de sentimientos y no entiendes por qué, de repente, no te apetece coger al bebé”. Es completamente normal, pero si nadie te habla de eso, no lo entiendes y es mucho peor, porque no sabes cómo normalizarlo. Te sientes una muy mala madre. Sin embargo, si sabes que tienes que pasar por ello y lo asumes, todo irá normal. “No todas las madres sienten ese enamoramiento directo con su bebé e, insisto, es muy normal”. Si no sabemos cómo gestionarlo, llegamos a una posible depresión postparto, que es más complicada y un tema tabú del que nadie habla y del que nadie se atreve a pedir ayuda.
En primer lugar, nos dice la experta, está la información; “pero la información buena y personalizada”. Tanto la preparación al parto como todo el seguimiento del embarazo debe tener en cuenta las necesidades, inquietudes y particularidades, no solo de la madre, sino de cada una de las parejas. “Está muy bien que nos apuntemos y acudamos a grupos y tribus de lactancia o de embarazadas, por ejemplo, porque podemos encontrar apoyo, pero también es importante tener un espacio o una persona a la que acudir para consultar todas esas dudas que te dan vergüenza”.
Por ello, insiste, un buen seguimiento de una matrona y ginecólogo actualizado es vital. “Existen muchos expertos sanitarios que siguen con protocolos obsoletos, que dan poca información o, incluso, la ocultan”. Esto hay que evitarlo si queremos un buen embarazo y postparto, porque es lo que se conoce como “violencia obstétrica” y no podemos permitirlo.
Por último y fundamental, “hay que involucrar a la pareja, sin duda, a esa persona que verá todo desde fuera, si la carga hormonal que supone todo este proceso; mucho cansancio, sí, pero lo verá todo siempre más claro y nos proporcionará el alivio o apoyo que necesitamos”.
Artículo escrito en colaboración con HOLA!
Adaptada a cada pareja y con matronas actualizadas.
Hecha por profesionales sanitarias en la comodidad de tu casa.
Pide ayuda a una matrona experta y actualizada sin salir de casa.
Más de la mitad de los bebés tienen problemas de sueño. Déjanos ayudarte.
Somos expertos en valoración y tratamiento de anquiloglosias o problema de frenillo
Nutrición, Primeros auxilios, Fisioterapia, Psicología perinatal y Salus