November 13, 2024

Violencia obstétrica: una realidad que no podemos ignorar

Embarazo, Posparto

En Maternify, como la primera empresa en España de matronas a domicilio y online, nos sentimos profundamente comprometidos con la maternidad respetada. Nuestro objetivo es empoderar a las madres para que tomen decisiones informadas sobre su salud y la de sus bebés. Sin embargo, a lo largo de nuestra labor diaria, nos encontramos con un problema persistente que afecta a muchas mujeres en su experiencia de maternidad: la violencia obstétrica. 

Para comprender mejor la magnitud de este problema y dar voz a quienes lo han sufrido, realizamos una encuesta a más de 1.100 mujeres en toda España.

¿Qué es la violencia obstétrica?

La violencia obstétrica se define como cualquier conducta, acción u omisión que se ejerce sobre la mujer durante el embarazo, parto o posparto, y que resulta en malos tratos,  deshumanización, o procedimientos médicos innecesarios sin el consentimiento informado de la mujer. Este tipo de violencia puede tener un impacto negativo duradero en la salud física y mental de las mujeres.

¿Por qué realizamos esta encuesta de violencia obstétrica?

Nuestro objetivo al realizar esta encuesta es arrojar luz sobre una realidad que, aunque a menudo se minimiza o se pasa por alto, afecta a un número significativo de mujeres. En Maternify, creemos firmemente en la importancia de un parto respetado, donde las mujeres sean tratadas con dignidad y sus decisiones sean valoradas. 

Con esta encuesta, buscamos no solo visibilizar la violencia obstétrica, sino también promover cambios en la atención médica que favorezcan una maternidad respetada.

Resultados clave de la encuesta de violencia obstétrica

Los resultados de nuestra encuesta son contundentes y preocupantes:

  • Seis de cada diez mujeres (63%) han experimentado violencia obstétrica en alguna etapa de su maternidad.
  • El 85% de las mujeres que respondieron haber sufrido violencia obstétrica lo experimentaron durante el parto.
  • El 40% de las mujeres lo ha sufrido durante el embarazo o el posparto.
  • En la sanidad privada se realizan 2,5 veces más cesáreas injustificadas que en la pública.

¿Cuáles son las formas de violencia obstétrica más comunes?

  • Omisión de información: el 46% indicó que no se les proporcionó información suficiente sobre los procedimientos médicos a los que fueron sometidas.
  • Inducción del parto sin razón médica: al 29% se les indujo el parto sin un motivo médico justificado.
  • Maniobra de Kristeller: un 25% experimentó esta técnica invasiva durante el parto, que consiste en ejercer presión en el abdomen de la madre para acelerar el parto, a menudo sin su consentimiento.
  • Episiotomía sin causa justificada: un 21% respondieron haber recibido una episiotomía sin necesidad médica.
  • Ausencia de contacto piel con piel: esta práctica, esencial para el bienestar del recién nacido tras el parto, es frecuentemente omitida en muchos hospitales sin justificación, incluso cuando tanto el bebé como la madre se encuentran en buen estado.

Diferencias en la violencia obstétrica por regiones en España

Nuestro estudio también ha revelado diferencias significativas en la prevalencia de la violencia obstétrica según la región. Estos son algunos de los hallazgos más destacados:

  • Castilla la Mancha, Murcia y Extremadura: en estas regiones, la incidencia es particularmente alta, más del 70% de las mujeres manifiestan haber sufrido alguna forma de V.O. durante su maternidad. Las prácticas más mencionadas fueron la omisión de información, el trato paternalista o infantil, así como la inducción del parto y cesáreas sin justificación médica. En el caso de Extremadura destacan los casos de ausencia sistemática del piel con piel sin conocimiento tras una cesárea.
  • Andalucía: un 67% de las mujeres comentan haber sufrido experiencias de violencia obstétrica, destacando la omisión de información y el trato deshumanizado.
  • Galicia y País Vasco: estas comunidades mostraron una incidencia ligeramente menor en comparación con el resto de ciudades, con un 58%. Sin embargo, sigue siendo un problema significativo, especialmente en hospitales públicos, debido a la falta de apoyo emocional y físico adecuado durante el posparto.

Diferencias en la violencia obstétrica entre hospitales públicos y privados

Aunque la prevalencia general de violencia obstétrica en la sanidad pública es ligeramente superior en términos globales (64% en la pública frente al 61% en la privada), los casos suelen concentrarse más en la etapa del embarazo y posparto. En particular, casi el doble de mujeres (24%) que acudieron a hospitales públicos comentan haber sufrido omisión de información durante el embarazo, en comparación con el 13% en la sanidad privada. Durante el posparto, las mujeres en hospitales públicos también mencionaron sentirse más abandonadas y menos apoyadas emocionalmente.

Por otro lado, aquellas que fueron atendidas en hospitales privados experimentaron una mayor incidencia de violencia obstétrica durante el parto. La encuesta reveló que en la sanidad privada se realizan 2,5 veces más cesáreas sin justificación que en la sanidad pública. Además, el uso de la maniobra de Kristeller es casi el doble en hospitales privados (30% frente al 18% en la pública). La práctica de inducciones al parto (acelerar el parto suministrando medicación) sin motivo médico es un 10% superior en la privada que en la pública.

Estas diferencias ponen de manifiesto que la violencia obstétrica no es un problema exclusivo de un tipo de sanidad, sino que está presente en ambos sistemas, aunque con variaciones en las formas y momentos en los que se manifiesta.

Testimonios de violencia obstétrica: historias que no pueden ser ignoradas

Para entender el impacto real de la violencia obstétrica, es fundamental escuchar las voces de quienes la han sufrido. Aquí compartimos algunos de los testimonios anónimos recogidos en nuestra encuesta, que reflejan el dolor y la indignación de muchas mujeres:

  • "Durante mi parto, el anestesista me regañó por moverme mientras me aplicaba la epidural, me dijo que podía quedar paralítica si no me quedaba quieta. Me sentí asustada y vulnerable."
  • "Después de mi cesárea, no me dejaron ver a mi bebé durante horas. Sentí que me estaban castigando por algo que no entendía."
  • "Tuve un parto gemelar. Me dijeron que nunca volvería a ser la misma y se reían de mi cuerpo. Fue humillante."
  • "Me hicieron la maniobra de Kristeller sin mi consentimiento. Sentí que me estaban aplastando. No entendía por qué me trataban así."
  • "El personal médico era muy paternalista. Se reían de mis preguntas y me hacían sentir tonta por preocuparme por mi plan de parto."

Consecuencias de la violencia obstétrica

Las secuelas de la violencia obstétrica pueden ser profundas y duraderas, afectando no solo la salud física de las mujeres, sino también su bienestar emocional y psicológico. 

Un 60% de las mujeres que sufrieron violencia obstétrica indicaron tener un mal recuerdo de su parto, y un 53% señaló que aún sufre secuelas

La falta de apoyo adecuado durante el posparto es especialmente perjudicial, con un 85% de las mujeres sintiéndose abandonadas por el sistema de salud en esta etapa.

Nuestro compromiso con la maternidad respetada

En Maternify, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante las alarmantes estadísticas y testimonios sobre la violencia obstétrica que afecta a miles de mujeres en España. Creemos firmemente en el derecho de todas las mujeres a una maternidad respetada, donde se les trate con dignidad y respeto. 

Es hora de actuar y exigir un cambio. Por ello, hacemos un llamamiento a los profesionales de la salud, a las instituciones y a la sociedad en general para trabajar juntos en erradicar esta forma de violencia y garantizar que todas las madres reciban un trato justo y humano. Seguiremos trabajando para visibilizar el problema y abogar por un sistema de salud que asegure una maternidad segura y respetada. 

Juntos podemos hacer la diferencia.

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